Decírtelo,
y no mentirte
no engañarte
Y evitarlo
te heló la sangre.
Perdóname,
No me enseñaron
No aprendí
a callar
a no decir
a mentir
a engañar
He acabado
con tu pobre existencia:
Con mi error,
mis sentimientos,
con mis palabras.
Sólo siendo sincera.
La sinceridad, a veces duele.
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Es verdad que puede doler, y también asustar.
ResponderEliminar