Un-te-amo

Decírtelo,

y no mentirte

no engañarte

Y evitarlo

te heló la sangre.

Perdóname,

No me enseñaron

No aprendí

a callar

a no decir

a mentir

a engañar

He acabado

con tu pobre existencia:

Con mi error,

mis sentimientos,

con mis palabras.

Sólo siendo sincera.


 


 

2 comentarios:

  1. Anónimo8/31/2008

    La sinceridad, a veces duele.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario! Es verdad que puede doler, y también asustar.

    ResponderEliminar