Las letras y la Obsesión


Guillermo es mi amigo, mi compañero en la oficina y un consejero que la vida me ha traído, sin que yo lo pidiera. Y como la mayoría de las veces el maestro aparece, cuando el alumno está preparado, él llegó cuando estuve preparada para escucharlo.
Compartimos pasiones, profesiones, oficina, mate, yerba y termo. Y esto no es poca cosa.
Me ha sacado la ficha de muchas maneras, lo que lo ha convertido en una persona en la que pude confiar muchos de mis secretos. Y ha guardado cada uno como propio.
Fiel lector del blog que escribo, me ha enviado sus comentarios cada vez, por mail. Y no sólo guardo cada una de sus palabras en la computadora, sino que las he alojado en mi corazón.
El Gordo, como le digo sencilla y cariñosamente, es un tipo agudo. Y sentimental. Quiero decir, siente y lo dice. No le tiembla ni el pulso ni la voz.
Hemos hablado largas horas de filosofía, teología, terapia transpersonal, de amores perros y de perros amores. De la soledad, la pareja, del insomnio, la tecnología, los divorcio, los hijos y de trabajo también. Me ha malcriado copiándome películas que considera joyitas, y compartimos además la pasión por determinadas series de TV.
En uno de sus últimos aportes a mi casilla, me ha denominado "Guerrera". Cosa que me ha llenado de orgullo el alma y el corazón. "Guerrera de la Luz".
El Gordo, mi querido amigo, ha decidido hacer públicas sus experiencias y sentimientos, y ha comenzado a transitar los caminos de la escritura. Se ha abierto al ciberespacio, a los conocidos y a los ajenos. Hace poco más de unas horas, me ha enviado sintéticamente, en un mail su link.
Esta es mi contribución de hoy, así que pasen y lean.
No se van a arrepentir. La apertura ya es sugerente y majestuosa.
¿no es sencillamente impecable?
Fuerza Gordo, desde acá todo mi apoyo.

2 comentarios:

  1. Ni idea de cómo llegué acá, pero me gustó lo que leí. Todo muy lindo y prolijo, esta buenísimo encontrar blogs con tanto para leer. =) Felicitaciones.

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  2. Gracias laura

    Pregunté por tí

    Escuché aquellas voces
    que me hablaban de vos
    y sólo solicité permiso
    para escuchar.
    Acepté tus misterios
    tus sombras, tus espacios,
    contemplé tus miradas
    y las definí.
    Pude llegar a lo más alto
    y alcancé tus manos,
    las sostuve, las contuve
    y hallé amabilidad.
    Recurrí a mi experiencia
    para entrar en tu corazón,
    y vi espacios vacíos
    que quiero llenar.
    Sé de acompañar
    si quieres que te acompañe,
    sé que puedo estar
    donde quieras que esté.
    Y me tranquilicé,
    no encontré otra forma
    sólo quise verte, contemplarte
    y así pude acariciar tu alma.

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